Sin duda, uno de los party games más sabrosos del momento
¿Qué es una fiesta sin un buen party game?: Una fiesta un poco menos divertida. Por eso todo anfitrión debe tener siempre un buen arsenal de juegos sencillos, fáciles de explicar y capaces de sacar una carcajada a todos los presentes… Juegos como ¡Olé! Guacamole.
¡Olé! Guacamole es un party que va a poner a prueba tanto nuestra capacidad de reacción como nuestro vocabulario, pero no te preocupes, que no se trata de saberse las palabras más raras del diccionario para ganar… Aunque soltar un “garambaina”, que es como se denomina a un adorno muy feo, o un “patochada”, que significa disparate o despropósito pueden dejar a nuestros oponentes fuera de combate durante unos valiosos segundos.
El juego no puede ser más sencillo: Imagina que alguien dice “México” y que sobre la mesa están las letras V, D, O y T… Bueno, pues tienes que encontrar una palabra relacionada con México que NO contenga ninguna de esas letras. No vale guacamole porque tiene una O, pero “mariachi” sería perfectamente aceptable.
Así, cada turno los jugadores irán robando una carta que muestra una letra y la pone en la mesa junto a las anteriores, elevando el nivel de dificultad de cada turno, ya que cada vez habrá más palabras que no se puedan decir, pero seguirá habiendo un límite de doce segundos para hablar o perder la ronda.
El jugador que no sea capaz de encontrar una palabra dentro del límite de tiempo o que diga una que incluya alguna de las letras “malditas” tendrá que quedarse con todas las cartas de letras que haya sobre la mesa en ese momento, reseteando la partida las veces que sean necesarias hasta que se agoten todas las cartas de letra. Al final de la partida, gana el jugador que haya acumulado la menor cantidad de estas cartas.
¡Olé! Guacamole es un juego dinámico, accesible y además perfecto para refrescar nuestro vocabulario y poner a punto nuestra capacidad de análisis y nuestros reflejos, pero sobre todo es un juego muy divertido y perfecto para cualquier fiesta que se precie. Ya sabes, la próxima vez que te toque organizar una tienes que tener preparados dos tipos de guacamole: el de comer y el de jugar.